Audios MUJERES CON HISTORIA

martes, 22 de julio de 2008

LA NOVICIA REBELDE: Hildegard von Bingen




“La mujer es semejante a la Casa de la Sabiduría”
Hildegard von Bingen.  
Liber vite meritorum. I,82

 

En pleno siglo XII y cuando el oscurantismo medieval estaba en su apogeo, una mujer dedicó casi los ochenta años de su vida, a contrariar con gran astucia y disimulo, los mandatos opresivos de su época. La “novicia rebelde” Hildegard von Bingen se considera la primera bióloga alemana, primera médica y quizás, primera feminista. 300 años antes que Copérnico propuso un universo heliocéntrico. 500 años antes que Newton escribió sobre la gravitación universal. Difundió el herbalismo, compuso música de avanzada –que aún se escucha- se carteó y polemizó con Papas, reyes, nobles y científicos,  y fundó en Rupertsberg una abadía, a su manera.

 

La Abadía de Hildegard era una suerte de reducto femenino en donde las monjas podían y debían dar rienda suelta a sus talentos, aprendían a cantar, copiaban e ilustraban manuscritos, hacían gimnasia…y bebían cerveza.

La doctrina que practicaban era un escándalo y novedad: promovía la igualdad de géneros, negaba que el placer sexual fuera fruto del pecado, consideraba que Eva no era culpable del pecado de Adán y sostenía que la sangre que manchaba no era femenina, sino la que derramaban las guerras.

Desde luego, la relación de Hildegard con la Iglesia no fue siempre cordial. Ella atacó seriamente las costumbres del clero, realizó denuncias por corrupción y por no seguir realmente los preceptos de compasión. ¡Desafió el dogma, describiendo a Dios con atributos femeninos! Convirtió las debilidades atribuidas a las mujeres en fortalezas y luchó por la equiparación de los sexos en cuanto al castigo por los pecados.

Pero… ¿cómo logró Hildegard que el Vaticano fuera complaciente con sus rebeldías? Ciertamente esas “visiones con el mundo divino” que ella declaró tener  desde la niñez y su fama de mística y profetiza, ayudaron. Quizás realmente tenía conexión con Dios, qui lo sa

 Tal fue su reconocimiento, que llegó a ser conocida como la “Sibila del Rhin” y la gente la buscaba para escuchar sus palabras de sabiduría, para curarse o para que la guiara.

 

Varias veces intentaron canonizar – sin éxito-  a esta Patrona de los Lingüistas y de las novicias. El Papa Juan Pablo II se refirió a ella como una “mujer santa”.

 

http://es.wikipedia.org/wiki/Hildegard_de_Bingen

 

Enlaces:

http://www.hildegardadebingen.com.ar/

http://www.fcgjung.com.es/art_14.html

 Vida y visiones de Hildegard von Bingen








 
















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