Audios MUJERES CON HISTORIA

domingo, 15 de noviembre de 2009

“Chiarina”





Fue la mejor pianista del siglo XIX y considerada tan buena como Franz Liszt o Sigismund Thalberg, causó la admiración de Goethe, Chopin, Mendelssohn y Paganini, se casó con Robert Schumann y su vida, donde se entrelazan la música, la pasión y el dolor, estuvo plena de contrastes: Clara Wieck Schumann.

Friedrich Wieck, el reconocido maestro de piano, comenzó a enseñarle música cuando Clara tenía cinco años y todos sospechaban que era sorda. A los nueve años tocaba en público, daba su primer recital en la Gewandhaus y asombraba en los elegantes salones de su Leipzig natal, con un talento precoz y fuera de lo común (1), interpretando entre otros, los últimos trabajos de Chopin.

Hacia 1830 Robert Schumann, alumno de Wieck, conoció a la joven concertista cuando ella tenía once años y él veinte. Se enamoraron y con el tiempo fueron apasionados amantes.  El rígido padre de Clara se opuso radicalmente a una boda entre los dos jóvenes y la pareja tuvo que llevar su caso a la Corte de Apelaciones y esperar a los 21 años de la novia para casarse.

“Chiarina” (2) –como le llamaba cariñosamente Schumann- supo entonces multiplicarse como Mujer. Dio conciertos y compuso mientras nacían sus ocho hijos y no sólo demostró que era una de las mejores pianistas de todos los tiempos, también logró que las composiciones de su marido fueran conocidas por toda Europa (3). Sin dudas, ella fue la voz de del genial Schumann.

Las depresiones, intentos de suicidio y enfermedad de Robert, y el fallecimiento prematuro de dos de sus hijos pusieron a prueba el temple de esta Mujer, que mantuvo en todo momento su familia a flote, moral y económicamente. 
En 1853 Clara y Robert se relacionaron con Johannes Brahms, a quien el maravilloso y desdichadísimo Schumann llamó “el músico del siglo”. Este hombre fue un amigo inestimable para Clara sobre todo en 1856, cuando la muerte se llevó el gran amor de la pianista. 

La talentosísima Mujer que llegó a dudar de su propia capacidad para componer (en realidad lo que no tuvo fue tiempo); la hermosa dama de ojos claros y dulce mirada que nunca reconoció su belleza;  la que soportó estoicamente una dura vida como artista y sus muchas tragedias personales;  la madre abnegada; la esposa dedicada; la trabajadora, falleció el 20 de mayo de 1896. Brahms (enamorado perdidamente de ella) no soportó el dolor de su partida y falleció once meses después. 

En la actualidad Clara es conocida como “la esposa de Schumann”, una pianista que compuso poco y editó las obras de su esposo. Pero curiosamente, en vida del matrimonio, el rótulo era distinto: Robert Schumann era “el esposo de Clara Wieck”. 
El genio de ella no trascendió, tampoco sus otras virtudes. Aún no existen los pedestales para aquellos talentos que se sacrifican…por amor.  








(1) Clara Schumann fue la primera artista –por encima de sus homólogos masculinos- en interpretar todo un recital pianístico de memoria. 
(2) En el Carnaval Op. 9 de Schumann hay una pieza llamada “Chiarina
(3) Robert Schumann sufrió un accidente que le paralizó dos dedos de la mano derecha y no pudo cumplir su sueño de ser concertista. Clara se encargó de que la obra genial del compositor llegara a nuestros días. 

La producción musical de Clara Schumann, pese a todos los impedimentos, llegó a 66 piezas.
En 1878, en Frankfurt, es nombrada Profesora Principal de Piano en el Hoch Conservatorium de Frankfurt am Main. 
En Alemania, la efigie de Clara Schumann ilustró el billete de 100 marcos antes de la implantación del euro. 
En el lecho de muerte, el nieto de Clara, Ferdinand, interpretó para ella una obra de Schumann, la última música que escuchó. 

Fuentes:
Historia de la Música.1998
Wikipedia.
Imágenes: internet. 
Música:A Digital Library of German Women's Music




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