Audios MUJERES CON HISTORIA

lunes, 9 de marzo de 2009

"E = La amante de Einstein²."



 "La mitad superior del cuerpo piensa y hace planes, pero la mitad inferior determina nuestro destino"

Albert Einstein-1946

 

En 1998 nueve cartas de amor escritas por Albert Einstein revelaron que el padre de la física moderna mantuvo una relación amorosa con una supuesta espía rusa durante la Segunda Guerra Mundial.

De Margarita Konenkova se conoce poco y nada, es un enigma. Algunos autores mencionan que esta artista, poeta y modelo rusa llegó por primera vez a los Estados Unidos en 1923 con su esposo, el famoso escultor Sergey Konenkov

Según las memorias del espía ruso Pavel Sudoplatov, Margarita era agente soviética y había sido comisionada por los servicios secretos rusos para obtener información confidencial de Albert Einstein y de Robert Oppenheimer, uno de los “padres” de la bomba atómica.

El hombre de la melena blanca que reinventó la forma de mirar el universo y su espacio-tiempo, y la espía, se conocieron en 1935, en la Universidad norteamericana de Princeton, donde el Nóbel de Física daba clases mientras Konenkov marido esculpía el busto de Einstein que aún preside el claustro. Y para el FBI, dirigido entonces por el todopoderoso, antisemita y anticomunista John Edgar Hoover, la ecuación era simple: Konenkova había seducido al autor de la Teoría de la Relatividad Especial (E=mc²) para conseguir información sobre el proyecto atómico de Washington.

Y aunque fue cierto que Margarita le presentó a Einstein el vicecónsul soviético en Nueva York, Pavel Mijailov, hoy los expertos creen que es muy poco probable que el físico ayudara a Moscú a construir una bomba atómica, como tampoco tuvo que ver con los planes nucleares norteamericanos.

Nunca se probó concluyentemente si Konenkova fue o no espía soviética, y las cartas de Einstein para ella, sólo hablan de amor.

 Es interesante imaginar al contraespionaje norteamericano buscando claves de comunicación y secretos nucleares en ““La cabeza me zumba como un montón de abejas” .O a los espías soviéticos tratando de obtener una receta para la fabricación de ingenios atómicos en “Creo que Dios hizo al hombre para la mujer”“Que el amor nos sea benevolente”…

 

La amante se habría perdido entre los pliegos de la historia

 

 

 

“Cuando un hombre se sienta con una chica bonita durante una hora, parece que fuese un minuto. Pero déjalo que se siente en una estufa caliente durante un minuto y le parecerá más de una hora. Eso es relatividad”