Doscientos años antes que Diana, la Princesa de Gales eclipsara a la Familia Real Británica, otra Spencer escandalizaba a la monarquía con su vida independiente. Seguramente Lady Di pensó más de una vez, en esas extrañas coincidencias que la unían a su vieja parienta, la Duquesa de Devonshire.
La vida de Georgiana Spencer, casada con William Cavendish, 5º Duque de Devonshire, es la telenovela perfecta y parece no faltarle nada: Un esposo desatento e infiel, alta política, sensualidad, peleas entre amantes, embarazos de dudoso origen y hasta un célebre ménage à trois que alimentó generosamente los chismes de la época.
Georgiana había nacido en 1757 y a la tierna edad de 17 años fue casada con el rico, poderoso e infiel Duque de Devonshire. Bella y temperamental, esta mujer se codeó con las grandes figuras políticas y literarias de su época, tuvo una intensa actividad a favor de los Whigs y fue muy admirada por todos…e ignorada por su propio marido.
Se cuenta que el descubrimiento de la amante del Duque y el desprecio que recibió de éste por “tardar” en embarazarse de un heredero varón (al principio tuvo dos niñas) provocaron el estrés y la depresión que la sumergieron en el alcohol y el mundo del juego. Para colmo de males, Georgiana conoció por ese entonces a una encantadora joven, tan infeliz como ella llamada Elizabeth Foster (Bess para los amigos) y no se le ocurrió mejor idea que llevarla a vivir a su casa. Mal negocio: su alma gemela y angelical amiga sedujo al Duque y se convirtió en la nueva amante del hombre…bajo su mismo techo.
A partir de allí, el culebrón de Georgiana siguió matizándose con escándalos, el nacimiento del ansiado heredero, feroces peleas entre las “amigas”, affaires varios, la aparición del político Charles Grey (gran amor de esta mujer) hijos legítimos e ilegítimos, etc.
La aristocracia criticó duramente la pasión de la Duquesa por la política –asunto de hombres- y también su relación con Charles Grey. Pero el pueblo inglés tuvo mucho cariño por esta mujer a quien vio como una “rebelde, luchadora por la justicia y gran matriarca”.
Enlaces: Wikipedia
Imagen: Internet Google
Se cuenta que el descubrimiento de la amante del Duque y el desprecio que recibió de éste por “tardar” en embarazarse de un heredero varón (al principio tuvo dos niñas) provocaron el estrés y la depresión que la sumergieron en el alcohol y el mundo del juego. Para colmo de males, Georgiana conoció por ese entonces a una encantadora joven, tan infeliz como ella llamada Elizabeth Foster (Bess para los amigos) y no se le ocurrió mejor idea que llevarla a vivir a su casa. Mal negocio: su alma gemela y angelical amiga sedujo al Duque y se convirtió en la nueva amante del hombre…bajo su mismo techo.
A partir de allí, el culebrón de Georgiana siguió matizándose con escándalos, el nacimiento del ansiado heredero, feroces peleas entre las “amigas”, affaires varios, la aparición del político Charles Grey (gran amor de esta mujer) hijos legítimos e ilegítimos, etc.
La aristocracia criticó duramente la pasión de la Duquesa por la política –asunto de hombres- y también su relación con Charles Grey. Pero el pueblo inglés tuvo mucho cariño por esta mujer a quien vio como una “rebelde, luchadora por la justicia y gran matriarca”.
En nuestro audio, más de la Duquesa Escandalosa
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