El admirado y repudiado Napoleón Bonaparte no anduvo falto en amores. Dueño de un extraño atractivo, el corso conquistó muchos corazones femeninos y tuvo también memorables plantones. Su célebre frase “Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo” adquiere una nueva dimensión cuando recordamos a su más famosa contendiente: Madame de Staël.
Su nombre completo era Anne Louise Germaine, baronesa de Staël-Holstein. Era hija del financiero, político y Ministro de Finanzas de Luis XVI, Jacques Necker y de Luisa Curchod. A los 19 años la matrimoniaron con el barón de Staël-Holstein, embajador de Suecia en la corte de Francia, y tuvo con él tres hijos y esta versión del matrimonio: “ese sueco, perfectamente honesto, incapaz de decir o hacer tonterías, pero estéril y sin nervio: si no me hace infeliz es porque no osa inmiscuirse en mi felicidad"
Germaine fue una diva, también fue escritora e intelectual. Antes y después de la Revolución era una de las mujeres más influyentes de París. Para algunos era bella, para otros, fea con brazos lindos, pero lo indiscutible era su garbo, educación y refinamiento. Se dio al menos dos gustos en su vida: el primero, ser amante de Benjamín Constant –célebre filósofo y escritor opuesto a las tesis napoleónicas y al militarismo en general- y el segundo, ser la mujer que rechazó a Napoleón Bonaparte. Lo detestó como una enemiga encarnizada.
Las razones de la ojeriza son inciertas. Algunos autores dicen que Madame Staël fue a entregarse al pequeño gran Corso y que él la rechazó, receloso ante una mujer dedicada a la política. Pero también cuentan que fue Germaine quien rechazó a Bonaparte, decepcionada por las escasas dotes intelectuales del militar y su personalismo, más típico de un rey del Antiguo Régimen, que de un general revolucionario.
Quizás sencillamente Napoleón siempre le cayó mal y lo despreció como un arribista, un sine nobile que sólo había llegado al poder por la fuerza de las armas. Dicen de ella que cuando se bañaba lo hacía sin ningún pudor delante de los criados, diciendo que no eran hombres. Ella pensaba que los hombres eran tales a partir de los barones.
La baronesa era una mujer muy culta e inteligente, veloz para las contestaciones, ingeniosa y acostumbrada a tener a su alrededor legiones de admiradores que soñaban conseguir sus favores sexuales, ignorando que para conquistarla, primero había que llegarle a la razón, antes de cautivar su corazón.
Desde los diez años había entrado en contacto con todas las celebridades del Antiguo Régimen y la elite de los pensadores ilustrados, en el salón que su madre presidía en París. En ese ambiente se forjaron sus ideas sociales y políticas, cercanas a la burguesía revolucionaria. Germaine vivió en primera línea los sucesos que llevaron al estallido del Terror y espantada por el destino de su amiga personal, Maria Antonieta, en 1792 se exilió en Suiza y regresó en 1797.
Cuentan que una noche, Madame Staël estaba frente al amo de Europa en una reunión en la que se hablaba de política y ella mostró abiertamente su disgusto ante un comentario de Napoleón:
– ¿Acaso no estáis de acuerdo con nosotros, madame? –preguntó Napoleón, y como ella contestara abiertamente haciendo gala de un furioso antibonapartismo, él le dijo:
–Discrepo con usted, señora pero, en cualquier caso, no me gusta que las mujeres opinen de política-
Entonces la Staël le replicó prontamente:
–Pues, sire, deberíais reconocer que en un país donde a las mujeres se les corta la cabeza, éstas tienen por lo menos el derecho de saber cuál es el motivo-
Estos encantadores diálogos, la relación con Benjamín Constant, y su salón, donde se daban cita los opositores al régimen, la fueron convirtiendo en la más fuerte adversaria de Napoleón. Sus obras literarias fueron perseguidas y juzgadas inmorales y contrarias a las ideas que sostenía el Consulado.
Napoleón la echó de París y fue inflexible a las peticiones de todos los amigos de la mujer para que le permitiera regresar. Sus obras (Delphine, Corinne) hoy están perfectamente olvidadas, pero no así el empeño de Madame de Staël en hacer compatibles el racionalismo ilustrado y el romanticismo.
Decenas de anécdotas como éstas la retratan:
.“Era más bien fea, pero tenía dos maravillosos brazos y vestía siempre vestidos sin mangas para poder exhibirlos."
-¡Qué queréis!, - decía -. Es necesario enseñar la cara en el lugar en que se encuentre...
Durante su relación con Benjamín Constant, le prestó a éste veintidós mil francos y cada vez que le reclamaba la devolución del dinero el escritor respondía con cumplidos.
-Tenéis unos magníficos ojos y unas manos deliciosas-
-Tal vez es verdad -respondía ella- pero he tenido el placer de oír estas alabanzas sin que me costasen nada.
Cuando decidió escribir sus memorias, una de sus amigas le preguntó cómo lo haría, al llegar a la historia de sus aventuras galantes.
-Oh! -respondió-. Me describo sólo... de la cintura para arriba.
Madame de Staël fue enemiga de Napoleón, y quizás también… su amor imposible.
Enlaces: Wikipedia
Imagen: Internet Google
Eso se llama ser una mujer con carácter! What a woman, man! Jajajá! Awesome, Susana, you rock...♥
ResponderEliminarKisses, honey!! (Me acostumbré a comentar en English jajajaja!!)
Siempre es fantástico llegar a tu blog querida Susana, no dejas de sorprender, sobre la frase de Napoleon, le he usado más de una vez.
ResponderEliminarLogras un gran trabajo de investigación y le das tu toque particular, al elegir bien la estructura de tu post.
Y vuelvo a decir lo mismo, prefiero a una mujer inteligente, culta, atrevida y elegante, pues si posee todo eso, la belleza fisica pasa a un segundo plano.
Felicidades!!!
Un abrazo literal y literario.
Todo un carácter.
ResponderEliminarA veces entre las personas se producen animadversiones sin que se sepa el motivo de las mismas.
Besos.
que mujer!!!! hola wapa, otra vez algo que no conocía.
ResponderEliminarayer te dejé dos premios en mi página.
besoss wapa
que mujer!!!! hola wapa, otra vez algo que no conocía.
ResponderEliminarayer te dejé dos premios en mi página.
besoss wapa
Riñas son amores dicen y con ellos esto se cumplió.
ResponderEliminarLo de bañarse delante de los criados es toda una fantasia erótica, yo lo hubiera
hecho también, creo hasta que los hubiera inviado a asearse también.
Mi cielo hoy no me puedo extender que estoy bajo vigilancia extrema
Besos
¿Qué piensas tú, querida Susana? ¿Fue su amor imposible? Yo tiendo a pensar que no.
ResponderEliminarSublime y letal la frase que Madame de Staël dedicó a su marido sueco. El pobre, estaría rendido, no tenía nada que hacer.
En fin, una vez más, una delicia leerte. Una maravilla para empezar el día. Tus palabras resucitan a las mujeres retratadas, pero también a quienes te leemos.
Madame de Staël, por cierto, es de las que me gustan. Incluso para ser su criado.
Besos, besos, besos, besos...
en fin,todos hemos vivido un amor imposible,en esta vida,posiblemente,incluso Napoleon;
ResponderEliminara veces me pregunto de donde este exito suyo con las mujeres,porque de guapo no tenia mucho;quizas su inteligencia conocida,su manera de ser ,gano todo lo que superficial,los ojos ven.
gracias por el articulo.me gusto mucho.
besitos.
Mi querida amiga. ¡Es un fantastico Post!
ResponderEliminarDespue de mi adorada Roma, la epoca de la Revolución Francesa y, concretamente uno de sus personajes (Napoleon Bnaarte), es mi epoca preferida de la historia.
Bien, hoy nos trae a Mme. de Stael, la mujer de muy lindos brazos, que gustaba enseñar. La conozco bien, y me gusta mucho el personaje, indudablemente fue frecuentadora de los salones parisinos, y autora de varios libros; su pensamiento politico la avala.
Wolfgang Bader, en su obra: “El pensamiento politico de Madame de Stael. Contribución a una historia de la literatura comparada” habla también de la historia de esta mujer, que tu has narrado extraordinariamente bien. Me permitiras que añada algunos datos.
A la caída de la monarquía abandonó París (1792) y viajó a Gran Bretaña (1793) y a Suiza (1794), donde conoció, como bien señalas, a Benjamin Constant, con quien, hasta 1808, sostuvo relaciones sentimentales. Tras su regreso a Francia (1795) y un nuevo exilio, se instaló en París en 1797. Pero muchos historiadores coinciden en afimar que intentó ser la inspiradora de la política de Napoleón, pero éste desconfiaba de sus ideas liberales. Y asi fue: aunque Madame de Stael lo silencia en sus obras, los investigadores han contrastado ya que al principio Mme. De Stael apoyó fervientemente a Napoleón, y su claro entusiasmo por el corso hizo que llegara a calificarlo como “hombre de futuro”, e incluso su grado de apasionamiento por Napoleón llegó a un extremo increíble, mostrando tal vehemencia en sus cartas que sus contemporaneos llegaron a pensar que quizas Mme. de Stael estuviera pensando en algo mas que una relación politica con Napoleón. Aprovechó cada oportunidad que se le presentaba para acercarse a Napoleón, si bien éste la rechazaba sucesivamente; decreciendo mucho la pasión de Mme. De Stael hacia Napoleón como consecuencia de dichos sucesivos rechazos, y en consecuencia, del orgullo herido de ella.
Intentó ser la inspiradora de la politica de Naopoleón, pero éste desconfiaba claramente de sus ideas liberales. Su orgullo herido, hizo que se convirtiera luego en una denodada y encarnizada enemiga del Gran Corso.
Luego, como apoyó a Constant cuando éste se opuso al autócrata (1803) de nuevo tuvo que volver al destierro.
Parece que Napoleón dijo de ella: “je la connais fort bien... elle a déclaré a quelqu'un, qui m l'a répété, que puisque je ne voulais pas l'aimer, ni qu'elle m'aimât, il fallait bien qu'elle me haît, puisqu'elle ne pouvait rester indifferente pour moi".
Por lo demás, fue conocida por su aversión hacia el sexo masculino, ella dijo: "El amor constituye la historia entera de la vida de una mujer: sólo es un episodio en la del hombre." Pero luego añadió otra enigmática frase: "Yo me alegro de no haber sido hombre, porque entonces hubiera tenido que casarme con una mujer." Y por si fuera poco: "La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un esclavo."
Indudablemente, es una figura muy controvertida, pero apasionante, una extraordinaria mujer, sin duda.
Mi enorme y acostumbrado abrazo, querida amiga.
Simplemente genial, la señora es de las que a mi me gustan: inteligente y rapida en la respuesta. Nunca habia oido hablar de ella, asi que me ha encantado el post. Gracias!!! (soy Candela)
ResponderEliminar¡Qué eufemismo! "Tenía bellos brazos", para no decir redondamente que era un bagre!!!
ResponderEliminarComo si fuera obligatorio que todas fueran lindas como nosotras, Susana!!!
Igual, yo creo que le hubiera apostado unos pesitos a Napoleón...
¡Jijiji!!!
Muy bueno tu blog. Te invito a conocer el mìo.
ResponderEliminarSaludos :)
Me hace gracia lo de que era mas bien fea con brazos bonitos... precisamente lo que le faltaba a Napoleón. Bueno, supongo que nadie se enamora de unos brazos. Todavía hay algunos que se casan con unas piernas, pero creo que con unos brazos ... no se.
ResponderEliminarDesde luego, aparte de brazos, tuvo ovarios para enfrentarse con él.
Me ha encantado el complemento de Cornelius.
Un abrazo muy grande querida amiga preciosa.
Gracias por tu trabajo cielo.
Al igual que a la condesa, quien desee conquistarme, deberá primero llegar a razón, antes que al corazón...
ResponderEliminarPodría decir, que solo me faltan los títulos nobiliarios y un par de brazos bonitos!!!
Sepa, estimada amiga, que no deja de sorprender con sus post, pues en cada uno de ellos -refritados o no-, nos presenta una dama que dejó su marca indeleble en la historia de la humanidad...
Abrazos agradecidos y candorosos, siempre!!!
“ese sueco, perfectamente honesto, incapaz de decir o hacer tonterías, pero estéril y sin nervio: si no me hace infeliz es porque no osa inmiscuirse en mi felicidad". Por dios. Huyo de esos hombres. Huyo de esas personas.
ResponderEliminarDecís que la obra de esta mujer cayó en el olvido. Me acuerdo de Dolina: "si nos espera el olvido, tratemos de no merecerlo". Ella no lo mereció. Y vos le estás haciendo justicia.
No dudo de que fuera el amor imposible de Napoleón. Se escribieron y se escribirán miles de historias que hablan sobre el deseo hacia lo que no se tiene.
Su, este post es magnífico.
:)
Sin luz y sin comienzo... Ha sido una lectura inolvidable. Gracias susana y enhorabuena.
ResponderEliminarSaludos tricolor
-angel
Quien no ha tenido un amor imposible...que al final acabas aparcando en un rincón..excelente lo que he leido,ademas,no sabia de esta mujer...
ResponderEliminarUn besazo dulce voz..
nNo me pierdo el pasar un rato muy agradable en tu rincón.
ResponderEliminarGracias y un cálido abrazo.
!!Que palabras tan bellas me has regalado SU!!!!!!!!! ♥♥♥
ResponderEliminarEres mi "Ale", mi maestra,
y yo... quiero seguir siendo
tu Niña...
Regreso, con tiempo, para leerte, con devoción, como te lo mereces ;)
TQ ♥
M.
...eres bandidiña mi kerida Suasana, pero SÚPER encantadoroa...
ResponderEliminarno puedo irme sin dejar de decirte ke me dio mucho gusto tu visita así como placer me da visitarte...
Besos mil y toda mi admiración por vos y por tus magnificos post... ke me han permitido conocer tanta genialidad femenina
Qué mujercita madre mía!!! La belleza de los brazos levanta tanto la autoestima? y tantas que se gastan renellándose los labios...
ResponderEliminarla frase sobre el marido me hizo pensar...es la mejor definición del marido ideal que he leído...jajaja
Gracias Su... siempre nos traes interesantes historias de interesantes mujeres.
Besitoooosssss
las mujeres con caracter siempre dejan huella donde quiera que estén
ResponderEliminarun besote
Mi querida Amiga Susana, ya ando de vuelta por vuestros rinconcitos y primero darte las gracias por todo, como siempre en tu línea me encantan tus articulos, aparte de información, das a conocer la infinidad de mujeres que han existido y como no.....seguimos su tradición con nuestros caracteres fuertes.
ResponderEliminarUn afectuoso beso.
LEZ
Personaje nuevo para mi no sabía nada de ella. Un tanto clasista al juzgar a las personas, hombres a partir de barones, o lo que apuntas de como juzgaba su libertad demasiado libertaria supongo para un bajito "mandón".
ResponderEliminar¿Desden? por lo poquito que he leido me parece ver a una mujer altanera y desdeñosa . Creo que yo tampoco me enamoraria de ella :)
Un abrazo querida amiga
Una vez, se impuso la altanera. Algunos hombres creen que todas las mujeres deben quedar rendidas a sus pies si ellos son importantes y he aquí el ejemplo de una aseñora de la época que le importó un rábano el señor conquistador de todo.
ResponderEliminarMe encantya leerte, porque cada día descubro una mujer distinta que siempre nos enseña algo y esta, ¡parece que enseñó bastante!, jejeje. Al menos de cintura para arriba.
Besicos guapa y me alegra que te gusten los diocesillos esos que se meten en mi cocina, en el bolso y hasta en mi mente, jeje.
¿No tuvo también algún enredo con Beethoven (o con Chopin, no consigo pegar la neurona...)?
ResponderEliminar¿O era un "apoyo" estrictamente económico el de ellos?
Estamos jodidos, ¿así que "esto" era el ROMANTICISMO? Paren que yo me voy a la fiesta de los cosos de al lado...
Más que románticos, se ven algo belicosos!
Gracias y cariños
Fernando
¡Qué personaje tan interesante nos regalas Hoy! El papel de la mujer en la ilustración, la revolución francesa y el bonapartismo es muy interesante. En realidad muchas de esas "ilustradas" que decidieron probar la miel de la cultura fueron las precursoras de las sufragistas del Siglo XX y de las escritoras y poensadoras del XIX. Ella no pèsaba en el voto femenino pero sabía que ser mujer no era una condición inferior y por ahí se empieza...besos preciosa. Un placer leerte
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn alguna ocasión pensé en comprar algo de Madame de Staël, pero nunca me decidí porque no acababa de ubicarla. Es curioso la cantidad de mujeres que escribían, sobre todo cartas, en diferentes épocas en Francia. Me alegra mucho haberla podido encuadrar gracias a tu agudo artículo. Un fuerte abrazo, Susana
ResponderEliminarComo me sucede muchas veces con las mujeres que presentás en tu blog, no tenía la menor idea de su existencia, así que comienzo por agradecerte que me saques un poquitito de la ignorancia.
ResponderEliminarEsta mujer no me ha caído nada bien. Su comentario sobre el marido me parece terrible. Y sabés que yo defiendo siempre la libertad de las mujeres, pero esta mujer no hace uso de su libertad sino que humilla al pobre tipo que tiene a su lado. Para qué se quedaba con él, si ni siquiera lo respetaba???
Y eso de no considerar hombres a sus criados!!! Una jodida esta baronesa!!! Muy bien que sus libros hayan quedado en el olvido, se lo merece por creerse más que los demás.
Un abrazote grandote, Su.
A pesar de que no me ha caído simpática, el post sí me ha gustado.
Admirable, plantarle cara y rechazar al Emperador... Que grande es la historia, y que poder tiene la palabra, capaz de destruir imperios y salvar vidas.
ResponderEliminarUn abrazo
Y es que, mira que era feo Napoleón, como un rabioso dictador de sueños locos, nada recomendables... la de napoleones que hay en la vida cotidiana, amiga...
ResponderEliminarAlucinante las mujeres ricas que se han pasado por el arco del triunfo --nunca mejor dicho-- las convenciones.
Susanita, también ando cansada, te mando un abrazo bien fuerte, y la dulce sensación de que ¡¡¡estamos conectadas a la vez!!!! ayyy, qué marcha,¡ maravilla !
UN besote bien gordo, yo a dormir, a ti te queda el día, ¡bien! --tu hemisferio siempre más joven, me fascina eso-- Guapa!
tremenda la madame. además amiga de maría antonieta, que era otra que se hacía escuchar.
ResponderEliminarmuy bueno como siempre. voy descubriendo tantas anécdotas aquí en tu casita.
un beso
Nos cuenta Emile Ludwig en su magnífica biografía sobre Napoleón, que al Emperador le gustaba de tener charlas sobre Historia: "...habló de Tácito, trató de trazar la épocas principales del desarrollo del espíritu y elogió la victoria maravillosa ganada por la cultura griega sobre la civilización romana...
ResponderEliminar"Luego vuelve a Tácito, al que persigue por todas partes, como si pudiese, al igual de madame de Stael, inquietar la opinión
"...He oído elogiarle por el temor que causa a los tiranos, atemorizándolos con el fantasma de los pueblos, y como si ello no fuera lamentable para estos mismos pueblos. ¿No le parece? Pero sin duda lo estoy molestando. No estamos aquí para hablar de Tácito
Para Napoleón, Madame Stael era tan peligrosa como el ilustre cónsul romano...Modestamente creo que la enemistad que él le profesaba provenía sencillamente del temor ante una mujer peligrosa para su proyecto.
Excelente trabajo!
Un saludo
Me parece genial el post sobre Madame de Stael!! :)
ResponderEliminarTe cuento que ella aparece por momentos en la novela "El ocho" de Katherine Neville, aunque no se profundiza demasiado en su personaje, se la describe (tal como mencionas) como una mujer culta, que tuvo amantes y su pretensión de huir de Francia durante el terror.
Haciendo a un lado la parte libertina de su vida, creo que fue una mujer interesante, lástima que sus libros hayan quedado en el olvido. Me gustó mucho la contestación que le dió a Napoleón, cuando él le dijo que no le gustaba que una mujer opine de política, si la ley las castigaba lógico que tenían derecho a opinar y participar en la política.
Un besito Susana :)
Querida Susana:
ResponderEliminarPasear de un post a otro de tu blog, te puedo asegurar que es el paisaje más fascinante de la historia, aprendo, descubro, disfruto y como en los grandes viajes, trato de no perderme el menor detalle, asi son tus letras y asi es tu Cuevita, maravillosa, interesante, llena de calidad, he ido subiendo desde el post de las Rivales, y en ningún momento la historia ha sido inferior o ha decaído, todo lo contrario como los escaladores de las grandes cimas, cada paso te impulsa a subir y descubrir un poquito más, algún día podrías recopilar todas tus historias en un libro, merecería la pena...guardame ya un ejemplar, que no me lo quiero perder, gracias Susana una vez más por dejarnos aqui tus historias con el sello particular tan tuyo,como esta que no tiene desperdicio y gracias por tus preciosos comentarios en mi blog, me encanta ver aparecer ese sombrerito, porque cuando no es asi es como que falta algo.
Un beso muy grande y un abrazcito muy fuerte con todo mi cariño.
Aprovechando que estás de viaje y que probablemente tardes en leer esta clase de comentarios, me despacho.
ResponderEliminarÉste es uno de los posts que yo me voy a anotar en una lista. El día de mañana te los muestro de vuelta -dentro de un año, más o menos- y te vas a divertir mucho al intentar encontrar el motivo de por qué justo éste se te dió por publicar.
Por lo pronto, me siento inteligente de vuelta, la historia la conocía. Me encantan las personas que tienen siempre la respuesta tajante en la punta de la lengua.
Lo digo por Napoleón.
Amiguitussssssssssssssss,no entiendo,había dejado un comentario extenso en "las rivales" y no
ResponderEliminarestá !!! voto a microsoft;te hablaba un cachito mas sobre Hannah Arendt,incluso te pasaba (que aquí va otra vez),un link de la Maestra
-D E L I C I O S O- una joyita:
http://www.youtube.com/watch?v=pfFwIuTckWw
En relación a la fulana esta,la Stael,no me cae muy simpática y con la naturaleza de algunas de su opiniones menos,en particular la de
que " pensaba que los hombres eran tales a partir de los barones".
En fin,opiniones,queridísima amiga.
Te mando un beso grande.
Una señora muy interesante, inteligente y coqueta, porque aunque otros no le echen cuenta, lo de lucir los brazos porque es lo que tienes bonito, no tiene precio...
ResponderEliminarEs imposible enfrentarse a ciertos poderes absolutos sin terminar chamuscado, y se pudo dar con un canto en los dientes si sólo la expulsaron de París, podría haber sido peor.
Besos
gracias por tus palabras en mi blog.
ResponderEliminarsinceramente,Gracias.
besitos.
Interesantes post.eso si que es un amujer con caracter
ResponderEliminarme fascinan estas entradas.
ResponderEliminary asi es, napoleón si que se mandaba la parte...
Admiro y siempre aprendo de este tipo de mujeres que hicieron historia.
ResponderEliminarAudaz, inteligente, intelectual, descarada... Todo un ejemplar femenino.
Me encantan las contestaciones que otorgaba cuando intentaban insultar a su inteligencia.
Un abrazo grande y fuerte querida Susana, tu cueva como siempre tan ilustrada!
:)
Juro que cuando he leído el artículo he pensado en lo que hubiera ocurrido si en lugar de Napoleón hubiera sido Bush el partenair.
ResponderEliminarHace un tiempo descubrí una norma que impuso Napoleón a sus generales cuando celebraban las reuniones habituales de los lunes.
Quería que sus generales se presentaran afeitados y masturbados.
Supongo que lo segundo, ya que así no tenían la mente en ninguna mujer.
Sospecho que ahora ya conozco el origen de esa norma.
Interesante escrito como siempre, Susana.
Un abrazo.
a mi tampoco me gusta Napoleón, era machista y desagradable, su ego era mayor que su figura y las mujeres que lo amaron , que le veían ??????
ResponderEliminarAbrazos!!!!
La primera virtud del autócrata es advertir al enemigo, antes que el enemigo decida ocupar ese rol. Luego, el estilo es el hombre. Los Borgia envenenan, Napoleón destierra (en este caso)y el Hombre de Acero, El Padrecito Querido, te mandaba redondamente a Siberia con una causa judicial inventada, que por supuesto confesabas.
ResponderEliminarWao Su.
ResponderEliminarDebo empezar por preguntarte,
¿de dónde sacas tantas historias
y que te inspira a escoger
una en particular?
Una mujer puede ser catalogada como fea, pero si se refina, sabe escoger cierta ropa y accesorios, le ayuda.
Oh que bien !!
Me ha gustado eso de llegarle primero a la razón.
Excelente !!
(Su, veo que no has contestado comentarios, lo del avioncito es cierto por lo que veo, estas viajando dentro o fuera de Arg?)
Eso digo yo.
Para que son las ideas??
para revolucionar un poquito,
poner el mundo al revés
construir y deconstruirlo.
Para bien.
Yo me quedo en los magníficos ojos, que hablan tanto.
Besos SU
y buen viaje, que esté todo bien.
Besos Su
Besos,
(no te concibo fuera del blog, no puedo)
M.
prefiero ver a los ojos a un enemigo furioso...que a mi novia enojada...
ResponderEliminarse que en el primero de los casos tengo cierta posibilidad de triunfo...
esa primera frase de napoleon me ha hecho mucha gracia jjj
ResponderEliminarUyyy ya estoy aquí!!! casi no llego por los pelos!!
ResponderEliminarMe encanta Susana siempre sacas a las que yo llamo "toda una mujer de caracter" yo tengo una frase en mi blog anónima que dice :
"a la mujer no se le mide de los a la cabeza sino de la cabeza al universo"
Y en el caso de esta señora abríua que decir que el universo estaría todo en guardia!!
A mí siempre me ha caido muy mal la figura del sire Napoleón Bonaparte, pero es que si lo miras bien, pequeñajo, impotente, nada intelectual. tan solo tuvo el mérito de rodearse de gente superdotada en todos los aspectos.
Y el hecho de que una mujer le rechazara tan verborasamente no le debió caer nada bien al semejante elemento.
Bueno preciosa me ha encantado como siempre!!!
Muchos besitos cielo y feliz finde.!!
Hola amiga,paso a saludarte en cuanto pueda me pondre al dia,me acorde mucho de ti en Andalucia,un abrazo enormeeeee!
ResponderEliminarEste post me encanto!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarPrimero, el vocablo "matrimoniaron" jajajajajaja, que bien expresa lo que pasaba con el matrimonio.
Y que bien describe ella, la sustancia de tanto matrimonio, convivientes sin amor.
Y los amantes, ay Susana, que una lee tus articulos y dice, pucha, pero estas mujeres teian amantes hasta el hartazgo, jejejejejjeje, y todos renombrados e inteligentes (bue, algunos). jejejejejejje
Y las contradicciones de la epoca. Pensaba en que dificil es encontrar en aquellas epocas lejanas, personas que no vieran ese escalafon entre las personas (criados, esclavos, gente de la corte, pueblo) como algo natural y sin discusion. Parece que no se pensaba siquiera que pudiera ser diferente. Ni siquiera para las almas "revolucionarias", digamos.
Muy bueno tu articulo!!!!!!!!!!!!
Por cierto, no me parecio muy linda, pero tampoco fea. Y lo que si me ha encantado es el vestido de la foto!!!!!!!!!!!!!!
BESOS GRANDES SUSANA!!!!!!!!!!!
P.D.: Y despreocupate, pasa cuando puedas, yo sé de todas formas, que vos estas!!!!!!!!!!!!! ;-)
Mi querida Susana:
ResponderEliminarAnte todo darte las gracias por tus comentarios, que son post de lujo en mi blog, y desearte un buen fin de semana, que el trabajo no te agobie demasiado y que pronto podamos disfrutar de nuevo de tus historias, estas que nos tienen enganchados a esta pequeña pantalla pero que tu la haces grande con tus letras.
Gracias por tu cariño, estar cerquita de alguien como tu y sentirme tu amiga es un privilegio, si alguna vez me pierdo que me busquen en tu cuevita.
Un millón de besos y que el trabajo no te agobie o se las va a tenerr que ver conmigo.
Excelente texto, Susana, me ha encantado.
ResponderEliminarEsta mujer, independientemente de las posibles dudas en cuanto a si fue ella quien rechazo a Napoleón o al revés, tiene el atractivo de sobresalir por su singular inteligencia; no hay más que leer algunos de sus comentarios o anécdotas para poder apreciarlo.
Su ironía, su determinación y esa destreza para intentar ponerle riendas a la vida, para ir sorteando los numerosos peligros que la acecharon en ese periodo del Terror, hacen de su singladura por aquellos años turbulentos una experiencia fascinante para quien se interese en leer sobre ella.
Te felicito, como siempre, has sabido mostrarnos a una mujer extraordinaria.
Un beso.
Dicen que Napoleón era un experto en manejar el sable. Ahora que he leido tu relato, me entran dudas de a qué se refieren exactamente....
ResponderEliminarTambien diplomatica la señora, yo le hubiera cerrado el pico al petiso groncho y arribista con un "dado que somos las que parimos los soldados que mueren en sus batallas a ver quien tiene mas grande... genio militar, no solo tenemos, exigimos el derecho de hablar y participar en politica".
ResponderEliminarA pesar de todo, no podia dejar de pasar por aqui!
feliz día por mañana :P
ResponderEliminarMujeres con garbo, las que se conservan en la memoria.
ResponderEliminarInteresante idea la de tu blog.
Saludos
una mujer de ferreo caracter
ResponderEliminarque usaba su inteligencia
para algo mas que las ideas!
Quiero articularles estas palabras a todos y a todas para invitarlos a participar de un proyecto que están articulando los argentinos y argentinas de Padrinazgo un día con las Urnas y Fiscales Argentinos
ResponderEliminarSi quiere se sume a la campaña visiten http://fiscalesargentina.blogspot.com/
Gracias a todos y a todas.
CFK PresidenTA
Susana, en el día de la mujer, vengo a dejarte mi abrazote inmenso. A vos, que sos una gran mujer, y que desde aquí presentando a tus mujeres hacés una tarea tan importante y valiosísima.
ResponderEliminarQue tengamos siempre presente, todas las mujeres, lo que esta fecha significa. Y que tengamos las energías necesarias para seguir adelante, sempre.
Querida Susana: ni flores ni bombones para hoy... pero sí queremos dejarte nuestro reconocimiento y cariño por todo lo que hacés en favor de la dignificación de la mujer, permanentemente.
ResponderEliminarUn gran abrazo desde La Plata.
Horacio, Vero y P@o.
Un abrazo enorme en este día. Te lo merecés, por vos y por todas estas mujeres maravillosas que nos has hecho conocer.
ResponderEliminarAhora que tengo el cable del modem emparchado 'al uso nosstro', mi equipo de produccion de narices humedas vienen a saludarte, hacerte unos mimos y un relajante masaje a cuatro patas (la especialista en la terapia es Miss Lizzie) pero dejan en claro que no por ello van a dejar de hacer oir sus mas sonoros maullidos -y conste que los siameses parecen dos ambulancias- de protesta por verse privados de escuchar tu voz.
ResponderEliminarSusana, es de agradecer... la labor que estás realizando al ensancharnos la perspectiva femenina de nuestra historia...!!
ResponderEliminarNo puedo evitar acordarme de este blog en un día como hoy...
ResponderEliminarBesos Susana, feliz día :)
Se me ocurre pensar que quizá una de las fuentes de su enemistad fuera esa necesidad de ambos de ser los primeros, de brillar más que nadie. A veces, a quienes disfrutan de su propio ombligo les resulta realmente penoso descubrir que hay otros ombligos como el suyo.
ResponderEliminarFeliz día de la mujer trabajadora, querida amiga. Desde luego, tú trabajas mucho en pro de difundir tantas biografías de mujeres admirables. Un beso enorme.
Querida Susana:
ResponderEliminarEspero que el trabajo te haya dado un respiro y hayas podido disfrutar de este domingo, aqui por estos pagos hoy salió el día muy bonito y soleado, paso para dejarte un beso y espero no molestarte ya que he puesto una cosita en mi blog sobre ti.
Te dejo un beso enorme y todo mi cariño...es que no puedo irme sin entrar por aqui ¿has puesto algún imán? porque es como un resorte antes de irme a dormir.
Buenas noches mi querida amiga.
Para todos los Amigos: MUCHAS GRACIAS por acompañar este artículo!
ResponderEliminarEn esta oportunidad no he podido compartir como siempre, el diálogo en los comentarios.
Y para "la mitad de la Tierra, la mitad del Cielo y la mitad del Poder"...mi reconocimiento y cariño en el Día de la Mujer. Todavía hay mucho trabajo por delante.
Besotes y Cariños para todos y cada uno de los lectores.
Susana
Qué gran mujer, esas respuestas sólo muestran lo interesante que era especialmente por rechazar a Napoleón.
ResponderEliminarBesazo.
Espero que hayas pasado un gran domingo de refleXión (femenina).
Parece que la chica sabia lo que queria y se cortaba ni con tijera.
ResponderEliminarFUERTES PERSONALIDADES,INTERESANTE MUJER SI TOMAMOS EN CUENTA LO SEDUCTOR QUE ES EL PODER.
ResponderEliminarHombre, a juzgar por el retrato, fea era un rato!! ... si hasta rima y todo, jajaja
ResponderEliminarDe todas formas Bonaparte tampoco era agraciado y sobre todo era un taponcillo, aunque dice el dicho: pequeño pero matón!! ... que les daría a las mujeres?? Realmente atraía su poder o escondía un "arma secreta"..., jajaja
Un besito guapa, como siempre, una delicia leerte:-)
¿Demasiada mujer para tan poco hombre?
ResponderEliminarBueno, la paciencia es una virtud y su heredero Sarkozy consiguió a Carla Bruni. ¿Será la erótica del poder?
En ese caso, entendería que ninguno de los dos, Madame de Staël o Napoleón, gozando ambos a su manera de poder (y siendo igualmente feos), no sintieran otra atracción mútua que no fuera la mera conquista del enemigo (tambien entendería, sin poder, el por qué de mi falta de conquistas, ja, ja, ja).
Me ha hecho gracia la descripción de la belleza de sus brazos. Me recuerda mucho a la típica situación del chico que le dice a la chica "tu amiga es muy guapa" y, dándose cuenta de que ha sido poco galante, añade "bueno, y tú tambien eres muy simpática"
:D
Un beso fuerte Susana
Lamento haber pasado tan poco a verte, pero te resarciré.