Ada Falcón
“Tomo y obligo, mándese un trago, de las mujeres mejor no hay que hablar: todas amigo dan un mal pago y hoy la experiencia lo puede afirmar. Siga un consejo, no se enamore, y si una vuelta le toca hocicar…fuerza, canejo, sufra y no llore, que un hombre macho no debe llorar”
El tango nació a fines del siglo XIX y principios del XX en Buenos Aires, en la metrópoli y sus suburbios abarrotados de inmigrantes desheredados y nostálgicos.
A partir de la tercera década del siglo XX la letra del tango comenzó a adquirir importancia y debido a que los compositores de aquellos tiempos eran hombres casi en su totalidad, las mujeres que aparecen en esas letras son objetos confusos. Habitan los barrios orilleros o el cabaret, son bataclanas (1) interesadas en lo material, taimadas, traicioneras y sobre todo… no saben amar, no como aman los hombres.
“No te dejes engañar corazón por su mentir, no te vayas a olvidar que es mujer y que al nacer, del engaño hizo un sentir
(Claro, la única que se salvaba era esa madre, sacrificada y trabajadora que había traído al mundo el primoroso retoño y valiente hombre tanguero).
Las voces femeninas no obstante, irrumpieron en el tango y se quedaron para siempre. Y una de estas precursoras se convirtió en una misteriosa leyenda: Ada Falcón, más conocida como “La Joyita Argentina” ó “La Emperatriz del Tango”.
La amiga y compañera de grabación de Carlos Gardel era dueña de una voz exquisita, romántica y un registro que iba de mezzosoprano a soprano en las notas altas. Pero también era una mujer extremadamente hermosa y con unos irresistibles ojos verdes que al parecer, volvieron locos a todos los hombres que la conocieron.
''Es tan divina, que hace mal mirarla''
En 1929 Ada Falcón ata su carrera a un hombre con quien alcanzaría el éxito y la fama…y también el infierno. Un compositor de tango, violinista, director de orquesta y empresario grabó con ella más de 180 discos, peeero, como suele suceder entre aquellos que se admiran mutuamente, se enamoraron. Y entre tango va y tango viene, Ada Falcón le pidió a su amante que se divorciara. El hombre, en lugar de consultar sus sentimientos con la almohada, pidió el consejo de su abogado y cuando se enteró que su fortuna estaba en juego…le dio el espiante (2) a la mujer y al amor.
Fue entonces cuando la maravillosa cantante, la que inspiró “Yo no sé qué me han hecho tus ojos”, la “piba preciosa” según Gardel, recelo de algunas mujeres y desvelo de muchos hombres, la diva del tango que embelesaba al público…desapareció. Se esfumó en 1942 dejando detrás 217 grabaciones, una película, el recuerdo de sus bellos ojos y un enigma (3).
Con el correr de los años Eladia Blázquez, otra artista, cantante y sobre todo gran poetisa, legaría al tango, verdaderos sentimientos femeninos... algo que estaba en falta.
En nuestro audio, “Qué buena fe” de Eladia Blázquez.
***Nota: Artículo publicado 08-11-2008
1) La palabra bataclana aparece en 1922, tras la llegada a Buenos Aires de la compañía teatral parisina Bataclan.En los espectáculos, las coristas vestían con escasa ropa y se las relacionaba con una vida disipada, lo que provocó que a las mujeres de vida liviana, se las llamara despectivamente “bataclanas” (Fuente Wikipedia)
2) Le dijo Adiós.
3) Nota Diario Clarìn