Hasta el siglo XVI los poetas neoplatónicos y petrarquistas franceses se habían “adueñado” del cuerpo femenino proyectando sobre él, su exaltada imaginación y los más ardientes deseos. "Parcellisé, approprié par le désir et le regard masculins, un corps «voyeurisé» si l'on peut dire" decía Charpentier y las bellas criaturas agasajadas, callaban.
Pero el
Renacimiento, con sus nuevos aires llegados de Italia, permitiría que algunas
mujeres tomaran la pluma para devolver la mirada indiscreta que durante tanto tiempo,
se había posado sin pudor sobre sus cuerpos. Una de estas atrevidas escritoras
fue Louise Labé.
Más
conocida como
No se
libró sin embargo de casarse con el rico, maduro –y también cordelero- hombre
que su familia eligió para ella. Sin conocer la maternidad, Louise consagró
todo su tiempo a cultivar la lectura y la escritura y su casa se convirtió en
un salón literario que recibiría los más notables poetas del momento.
Era una
Diosa. Bella, rebelde, inteligente y dueña de una retórica exquisita y pulcra.
Su destino era pasar a la historia como autora de los más originales textos
dramáticos del Renacimiento. Y a pesar de la excepcional condición de mujer
letrada, su obra fue muy escasa en cantidad. Escribió tres Elegías,
veinticuatro Sonetos y el célebre “Debate entre
La
poetisa, al igual que Erasmo, unge a Locura como una diosa, pero invierte las
características negativas para mostrarla como una “rebelde hacia los
convencionalismos”. Para hacerse oír, tras padecer las humillaciones de Amor,
Locura hace caer a éste en una trampa y le venda los ojos para siempre. Con
este gesto, Locura favorece a los indignos de Cupido: deformes, contrahechos,
tontos, malvados, feos y feas, ancianos y ancianas. Las flechas ciegas de Amor
se disparan a todos, contribuyen al delicioso desorden del mundo y equilibran
la injusta naturaleza. En esta obra Locura es tan positiva como Amor, es quien
impulsa al amante y al genio para ejecutar las más increíbles hazañas.
Alrededor
de los 30 años, en 1555, Louise publicó una de sus obras con el consentimiento
de Francisco I, y a pesar de alcanzar hasta tres ediciones, la poetisa fue
acusada de cortesana disipada. En realidad - más que sus letras revolucionarias
en algunos aspectos estilísticos-
molestaba esa “declaración de independencia, física, moral e intelectual
que representaba la publicación de un libro escrito por una mujer”, para colmo,
hermosa. Y por supuesto, no faltaron los varones envidiosos y pretendientes despechados -como el poeta
Oliver de Magny- quiénes se encargaron
de enlodar la reputación moral de
Louise
Labé caballero, Louise Labé lesbiana, Louise Labé prostituta,
Nota: En el link de Wikipedia en
inglés (aquí) se encuentra un interesante artículo sobre un libro del Profesor de
La
teoría es que estos pícaros aprovecharon la enorme fascinación de ese tiempo
por la poesía de Safo y Petrarca. La polémica sigue abierta.
Bibliografía:
“Historia de las mujeres del Renacimiento” Tomo 3 DUBY, G. &
PERROT, M. (1990-1991-1992)
“Louise Labé”,
GUILLOT G. (1962). Pierre Seghers Editeur.
LABÉ, L. (1555). Oeuvres poétiques. Seguidas de Rymes de Pernette du
Guillet. Ed. de Françoise Charpentier. París: Gallimard, 1983.
Wikipedia.